Inmersos en una tipología conocida como magazine, los textos de lectura se presentaban dentro de una mezcla heterogénea intercalándose entre crónicas, deportes, cine, televisión, radio, moda, curiosidades, entretenimientos, reportajes, chistes, historietas,etc.
El título de Leoplán era un juego de palabras que hacía referencia a un plan de lectura propuesto por la editorial. Dicho proyecto formó parte de un conjunto de acciones efectuadas con fines pedagógicos tendientes a favorecer el proceso de transformación social y cultural de nuestro país y es en esta línea rectora que las ilustraciones de ficción contribuyeron a la educación del lector. La mixtura con otras secciones propiciaba el vinculo de estos lectores en formación con la literatura, a la vez que colaboraba con el acercamiento a un tipo de lectura que le proporcionaría cierto prestigio social. La adquisición de estos conocimientos se tornaban necesarios e irían modelando gradualmente el perfil de estas clases sociales en progresivo ascenso.















